Maestro, deportista, padre, amigo, palabrotero, bondadoso, fiel, disciplinado, luchador, laborioso, justo, honrado y honesto; Campeón de Europa y Subcampeón Olímpico en Seul. Estos son los adjetivos que podrían reflejar su persona entre los que tuvimos el placer de estar junto a el. Un referente para los competidores de la época y en la que se hacia notar considerablemente su presencia en los duros entrenamientos de la selección uno de los padres de los que entonces éramos niños iniciándonos en la élite del taekwondo junto a José sanábria ambos uña y carne, demostrando infinitamente su pasión por el Taekwon-do en todos sus aspectos. Tuve el honor de compartir habitación con el durante 30 dias en una de las concentraciones más duras de las que recuerdo en Lles de Cerdanya a 1.500 m de altitud en los Pirineos durante un caluroso mes de agosto y bajo las ordenes de Ireno Fargas y Toledo. Convivir con Sánchez Élez fue para mi una de las mayores lecciones de mi vida, adorador del “bolero de Rabel” con el que se deleitaba todas las noches para meditar antes de dormir demostrando una sensibilidad inherente de las que pocos podrían imaginar, animador a bromear y a empujar en los momentos mas duros, el siempre era el último en caer y el primero en aparecer. Durante 7 días me ayudó a levantarme de la cama y a vestirme debido a una lumbalgia que apaciguaba con dos nolotiles para no faltar a los tres entrenamientos diarios y no me reportaran a casa. En los ratos libres era necesario aproximarse a el, ya que entre muchas de las palabrotas que decía también aparecían consejos y lecciones que a todos los que hemos estado junto a el nos han enseñado para crecer ya que tenia muy claras sus ideas y no aceptaba injusticias ni manipulaciones, simplemente si no consideraba que eras una persona honesta te alejaba de él .
Siento mucho orgullo de que se siga manteniendo su memoria en el Open Sánchez Élez y que el Ayuntamiento de Leganés mantenga vivo el espíritu de un gran Maestro , que aunque de un deporte minoritario , nos ha enseñado a tantos compañeros y alumnos a sentir el verdadero Arte Marcial y a vivir el deporte.
José Mari, espero que los que quedamos aquí estemos completando tu labor con la misma honestidad y fortaleza, y que nos veas desde arriba con orgullo.
Un fuerte abrazo para ti y toda tu familia. ¡ Nos vemos en el Open !
Atte.
Santiago zapico
